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INVIERNO OESTE ESTADOS UNIDOS. DICIEMBRE 2019 ENERO 2020

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INTRODUCCIÓN

Este viaje es uno de esos que siempre tienes en mente hacer. Tantas películas y series norteamericanas donde salen estos impresionantes paisajes, siempre deseando viajar allí.

Es finales de julio de 2019, hace un calor sofocante y estoy trabajando con el ordenador con el bendito aire acondicionado. De repente me salta un anuncio de vuelos directos de Barcelona a Los Ángeles. Abro otro buscador de vuelos (eDreams) y veo que hay vuelos por 500 euros directos de Barcelona a Los Ángeles. Estoy dos días pensando y calculando los días que mi pareja tiene vacaciones. Lo tengo todo listo y compro los vuelos. Vuelos directos de Barcelona a Los Ángeles por 700 euros en total (tasas y maletas incluidas) por persona. Del 23 de diciembre de 2019 al 6 de enero de 2020. En principio era una sorpresa para mi pareja, pero hablando con ella me dice algo de un viaje sorpresa. Y antes de que compre algo por las mismas fechas, se lo cuento. Ella está súper emocionada y en apenas una semana se va de viaje a Riviera Maya con las amigas.

EL VIAJE

Lunes 23 de diciembre 2019

Después de estar meses planificando el viaje, preparando carnets de conducir internacional, visados, seguros, reservas de alojamiento y coche, por fin llega el día del vuelo. El vuelo sale a las 15h, así que no habrá que madrugar mucho ni dormir poco.

Salimos de Olot a las 8h y llegamos al aeropuerto de Barcelona casi a las 10h, con casi 5 horas de antelación porque es un día laborable y si hay mucho tráfico en la autopista, queremos asegurarnos de llegar a tiempo. Además, al ser un vuelo internacional a Estados Unidos, es mejor llegar con tiempo por tema de Aduanas. A mí siempre me toca pasar los controles…

Por fin despegamos y nos espera un vuelo de casi 13 horas. Al reservar el vuelo, escogí asientos delanteros para estar un poco más anchos, buena decisión. A mi izquierda se sienta un joven asiático que se duerme al instante, no se despierta ni con el despegue, ¡qué envidia me da!

A mí me gusta sentarme al lado de la ventanilla para ver el paisaje. Al despegar, vemos Montserrat y el Pirineo de fondo. Cuando sobrevolamos Canadá, las nubes se abren y dejan ver el paisaje. Todo el paisaje blanco y helado, ¡qué montañas más blancas! Un paisaje espectacular que sueño algún día recorrer.

Por fin aterrizamos en el aeropuerto de Los Ángeles, estamos deseando llegar al hotel, pero nos quedan todavía más de 4 horas. En el aeropuerto llueve, es la última hora del día y estamos a dos días de Navidad. La zona de aduanas es un caos y hay unas colas interminables. Nos hacen ir de una cola a otra, nos cansamos de que nos mareen y vamos a una cola que parece que va más rápido. Llegamos a las máquinas de pasaportes, y mi pasaporte no pasa, así que habrá que pasar la entrevista con el policía de la aduana. Otra vez más colas, nos ponemos en una que nos tocaría uno de los dos policías. Vemos que una policía tiene mala cara y rezamos para que nos toque el otro y vayamos más rápido, ¡estamos agotados! Por suerte nos toca el policía simpático, nos pregunta lo de siempre, que si muy bien, vamos de turismo a la Ruta Oeste y luego a nuestras casas en nuestro país. Nos hace alguna broma, se la reímos y por fin vamos a buscar nuestras maletas que han llegado puntual.

Toca ir a buscar el coche de alquiler. En el aeropuerto de Los Ángeles, un shuttle bus te lleva con tu compañía de alquiler de coches. Salimos del aeropuerto a la zona de los buses, vemos un shuttle bus y es el nuestro. Corremos hacia él y lo paramos con las maletas en medio. El conductor para el bus y se ríe de nosotros. Estamos tan cansados que no queremos esperar al siguiente. Nos pide la reserva del alquiler y nos lleva hacia la oficina de alquiler de coches. Por fin llegamos y aquí también hay cola. Nos toca por fin. Tenemos reservado un coche SUV, en la reserva pone 4×4. En principio nos daban un coche SUV que no es tracción a las cuatro ruedas así que insisto que sí, que mi reserva es 4×4. Finalmente nos dan un Jeep Wrangler 4×4 y con neumáticos de invierno. Este coche nos iría perfecto para nuestro viaje con muchas carreteras nevadas y heladas. Hice un fallo común para los que estamos acostumbrados al cambio manual, buscar el pedal de embrague. Nada más salir del parking de alquiler, al frenar, voy a pisar el pedal de embrague y piso sin querer el freno. Un buen frenazo nada más salir. Para los que no estéis acostumbrados a conducir un coche con cambio automático, tened en cuenta que estos coches solo tienen dos pedales, el freno y el acelerador. El pie izquierdo esconderlo y no se os ocurra pisar el freno con el pie izquierdo, frenaréis de golpe.

Vamos al hotel y estamos tan cansados que pago el mismo parking de la entrada del hotel por no ir a aparcarlo a dos calles en el parking gratuito. Nos toca una habitación con dos camas grandes. Dormiremos anchos y durante horas.

Martes 24 de diciembre 2019

Nos levantamos a las 6h de la mañana; el jetlag haría que madrugara mucho durante todo el viaje. Por fin, veremos algo de paisaje. Nos dirigimos hacia el Gran Cañón del Colorado. Lo primero que hacemos es ir a un gran supermercado (Walmart) para comprar comida, bebida y cadenas de nieve para el coche. Tenemos un gran viaje por delante con previsiones de nevadas y heladas. Hay que ir preparados.

Una vez que tenemos todo, seguimos la ruta. Por el camino nos encontraremos grandes desiertos y montañas nevadas, y visitaremos Calico Town, un pueblo ficticio ambientado en el Oeste de siglos atrás, que nos sorprende con algunas decoraciones navideñas. Recorrer esas autopistas y contemplar estas vastas llanuras de desierto me parecía espectacular. Me recordaba a películas como “Into The Wild” o “Alma Salvaje”.

Después de un día de muchos kilómetros con interminables autopistas en medio del desierto con mucho viento, llegamos a Kingman. Esta ciudad será un punto donde decidiremos la ruta prevista del Gran Cañón, Monument Valley y Bryce Canyon o al revés. De Bryce Canyon al Gran Cañón.

Buscamos a través de Booking un motel barato y vamos a comer algo a lo único que está abierto, un McDonald’s de la Ruta 66. Una cena de Navidad un poco extraña en ese lugar.

Miércoles 25 de diciembre 2019

Amanece un día lluvioso y las previsiones meteorológicas confirman que vienen días de mal tiempo. Así que decidimos dejar el Gran Cañón para más adelante y poder verlo con buen tiempo. Habíamos planeado una ruta circular en sentido antihorario, y al ver estas previsiones decidimos hacerlo a la inversa, en sentido horario.

De subida, vamos a una zona de un mirador del Gran Cañón, el Meadview y Huapalai Ranch. De camino aquí, vemos que empieza a nevar. Es muy peligroso cuando ha llovido y hay agua en la calzada y luego empieza a nevar. La nieve va cayendo en el agua y se va congelando. Se forma hielo en lugar de nieve, lo que hace que la carretera sea muy resbaladiza. Decido reducir mucho la velocidad y unos kilómetros más adelante nos encontramos un coche volcado en medio del prado. Ya hay equipos de emergencia que nos alertan del hielo. Cuando nos hacen parar el coche, no frena por la placa de hielo y sigo recto unos pocos metros. Buena decisión ser prudentes y reducir la velocidad.

Decidimos ir hacia Las Vegas. Allí no nieva y teníamos intención de visitar la ciudad. No nos gustó la ciudad; nos pareció muy artificial. De hecho, estuvimos solo una hora, y 40 minutos perdidos en un parking que parecía un laberinto y 20 minutos dando una vuelta.

Volvimos al coche y nos dirigimos hacia el norte para estar cerca de los parques nacionales. Pasamos la noche en la ciudad de Hurricane, al lado de Saint George, al sur del Parque Nacional del Zion Canyon. Un motel un poco extraño y con todo cerrado; vamos a una gasolinera a comprar algo para cenar y está llena de turistas que han bajado de un autocar. Nos vamos a dormir agotados de tanta carretera.

Jueves 26 de diciembre 2019

Este día será glorioso.

Volvemos a madrugar por el jetlag, salimos antes del amanecer y desayunamos en la cafetería de un supermercado. Vamos al Parque Nacional del Zion Canyon. En la entrada compramos el pase anual, como iremos a varios Parques Nacionales nos sale a cuenta comprar este pase y no por cada parque. Al entrar nos dicen que en ese momento la carretera está cerrada y no saben cuándo la abrirán. Ha nevado y tienen que ver si es seguro. Esperamos unos cuantos turistas y cuando ya es seguro, podemos entrar.

¡Qué montañas!, ¡qué cañones! Es un paisaje realmente espectacular. Vamos cruzando el parque con el coche despacio. En los Parques Nacionales no echan sal en la carretera, echan grava para mejorar la adherencia de los neumáticos. Pero puede haber hielo y hay que circular con precaución. Muchos senderos están cerrados por la nieve, así que solo cruzamos el parque nacional en coche. Quedará pendiente para años más adelante recorrer el parque a pie.

Dejamos el Parque Nacional del Zion y nos dirigimos al Parque Nacional del Bryce Canyon. De camino, vamos viendo el paisaje cada vez con más grosor de nieve, tenemos dudas si podremos visitar el parque. Por fin, llegamos a la entrada del Parque Nacional, los vigilantes del parque nos dicen que está cerrado más de la mitad del parque. En principio, tenemos un poco de decepción, pero decidimos entrar ya que estamos. La carretera del parque está totalmente nevada y hay un poco de grava para mejorar la adherencia. Hay muchos coches y muchos tienen dificultades para circular. Gran decisión insistir en un coche con tracción a las cuatro ruedas, circulamos sin ninguna dificultad.

Llegamos al mirador más lejano, el parking está lleno y hay mucha niebla. Bajamos de vuelta al próximo mirador. Aparcamos y bajamos con no mucha esperanza de ver nada, hay muchas nubes bajas. Nos abrigamos, cojo la cámara y llegamos al mirador. ¡Nos quedamos con la boca abierta! ¡Qué paisaje más impresionante! Los cañones de roca naranja, los pinos y la nieve recién caída dejaban un paisaje realmente espectacular. Las fotos no hacen justicia a semejante paisaje. Nos hacemos muchas fotos y seguimos a los siguientes miradores. En uno de ellos, hay sendero pisado para andar. Dejamos el coche, nos calzamos las botas, nos abrigamos y cargo con la cámara. Fue una excursión corta pero impresionante. Caminar por esos cañones cargados de nieve fue una experiencia inolvidable.

Volvemos al coche y seguimos ruta hacia el sur. Por el camino, paramos a comer en un rincón cargadísimo de nieve. Terminamos y nos dirigimos hacia el sur. Al día siguiente, queremos visitar el Horseshoe Bend y el Antelope Canyon. En esta zona, en invierno a las 16h de la tarde ya es de noche. Circular por estas carreteras de noche es muy cansado. La mayoría de los coches de esta zona son muy altos, cuando te cruzas con ellos te deslumbran. Es como si llevaran las luces largas. Y eso que llevábamos un todo terreno alto, si fuese un turismo bajo todavía es peor. La vista se cansa mucho por estas carreteras circulando de noche, es aconsejable no hacerlo.

Llegamos a Page, pasaremos la noche en un motel sencillo.

Viernes 27 de diciembre 2019

Me levanto hacia las 4h de la mañana, el jetlag puede conmigo. Veo que mi pareja está durmiendo profundamente. Me aburro y me pongo a revelar algunas fotos del viaje. ¡Qué fotos! ¡Qué afortunados hemos sido de poder ver esos paisajes!

Desayunamos algo rápido y nos vamos hacia el Horseshoe Bend, una curva del río Colorado. Llegamos al parking y tengo mis dudas si entrar o no. El parking es de pago y hay mucha niebla. No tengo ganas de pagar para no ver nada. Por suerte, mi pareja me insiste en que nos quedemos. Tampoco es mucho dinero y hay que intentarlo. ¡Y menos mal! ¡Qué paisaje más espectacular! Las fotos no hacen justicia a la inmensidad y belleza del paisaje. Había visto muchas fotos de este lugar, pero al verlo en persona no me esperaba verlo tan grande. Disfrutamos del paisaje, nos hacemos fotos y seguimos hacia el siguiente lugar.

Llegamos al Antelope Canyon, hay mucha niebla y está cerrado. Seguimos hacia el Monument Valley. La carretera estará mojada y a tramos con nieve y hielo, habrá que conducir con prudencia. Llegamos a Kayenta y nos reservamos una noche de motel, es el último que queda. Es importante saber que en invierno por esta zona hay poca oferta de alojamiento. Tiene piscina y nos pensábamos dar un baño pero resulta que está en obras, en la web de Booking no lo ponía…

Dejamos las maletas en la habitación y nos vamos a Monument Valley. Llegamos y está todo nevado y con mucha niebla. Como ya tenemos la habitación de motel reservada, no tenemos prisa y esperamos a ver si despeja. Al cabo de un buen rato, las nubes se abren y vemos el paisaje. Aunque teníamos mala luz, el paisaje era impresionante. Ver ese desierto con esas singulares montañas y nevadas era espectacular. Era como estar en una película del oeste o que en cualquier momento se nos apareciese Marty McFly con su DeLorean en medio del desierto.

Nos vamos hacia el motel con un sabor agridulce. Contentos de haber visto ese paisaje pero un poco disgustados por esa mala luz y no poder haber ido más adentro. Decidimos probar suerte al día siguiente por la mañana.

Llegamos al motel y a dormir.

Sábado 28 de diciembre 2019

Son las 5h de la mañana y me levanto, me pongo a revelar algunas fotos mientras mi pareja duerme. Miro por la ventana y nieva mucho, así que el Monument Valley habrá que visitarlo otro año con mejor meteorología.

Se levanta mi pareja, recogemos y nos vamos hacia el Gran Canyon. Haremos unas dos horas de carreteras nevadas y mucho hielo. Por el camino dejamos atrás las nubes y sale el sol acompañado de mucho viento. Vemos una cafetería y paramos a desayunar.

Continuamos y nos dirigimos hacia el Grand Canyon, iremos al mirador este del Parque Nacional del Grand Canyon del Colorado (Desert View Road) con intención de seguir por la carretera de los miradores hasta la zona central. Cuando llegamos, la carretera está cerrada y aparcamos en el parking. El parking es una pista de hielo y hay más de un palmo de nieve virgen de esta misma noche en el paisaje. Sabemos que ese día es genial, paisaje recién nevado y soleado. Nos calzamos bien, nos abrigamos, cogemos la cámara y hacia los miradores a pie. Llegamos al primer mirador y nos volvemos a quedar con la boca abierta. ¡Qué inmensidad de paisajes! ¡Y todo recién nevado! El contraste de la roca del desierto y la nieve dejaban un paisaje espectacular. Vamos andando y disfrutando por estos miradores y no podíamos parar de hacer fotos. ¡Qué momentos increíbles vivimos esa mañana!

Miramos el GPS y tenemos 3 horas hasta llegar al mirador de la zona central del Parque porque tenemos que dar vuelta por el corte de la carretera de los miradores.

Nos ponemos en marcha y sin pausa. Estamos a punto de llegar y hay una cola tremenda. Es sábado y vacaciones de navidad, y, además, un día soleado con nieve recién caída. Estoy nervioso en la cola por perderme la puesta de sol. Por fin llegamos al parking y está a tope, es un caos. Veo ese caos y decido aparcar en medio la carretera (dejando espacio para los coches) y vamos a los miradores a pie. Nos hacemos alguna foto pero es realmente incómodo. Los paisajes son impresionantes, pero con tanta gente no lo disfrutamos. Vamos al coche y menos mal que lo he dejado en la carretera. El parking está en caos y no entra ni sale nadie. La carretera está complicada y nadie deja pasar. En una de esas, piso el acelerador, veo que puedo pasar por la izquierda pasando por una montaña de nieve, pongo la reductora y la tracción 4×4 y salgo de ese infierno.

Vamos a una zona de miradores donde no hay tanta gente y tengo la suerte de encontrar un sitio para aparcar (encima pequeña montaña de nieve). Nos bajamos y ¡qué vistas! ¡Y sin apenas gente! La puesta de sol aquí fue realmente espectacular. Esos cañones del Río Colorado iluminados por las últimas luces del día, con la nieve cubriendo las partes altas del paisaje, fue un regalo para la vista, sin duda. No podemos parar de hacer fotos y pasamos unos momentos geniales disfrutando de esos paisajes.

Este fue un día sin duda brillante, de esos que te marcan de por vida. Los dos lo recordamos muy a menudo.

Se hace de noche y toca buscar alojamiento. Apenas hay alojamiento por la zona, encontramos uno a más de 2 horas que está en Ash Fork. Al final tardaremos 3 horas ya que hay mucho tráfico. Al llegar vemos que el motel es un poco extraño, como de película de terror. Vamos a la habitación y sí, es de película de terror. Será el peor motel de todo el viaje. Hace mucho frío y la calefacción apenas funciona. A todo esto, tenemos que preparar la cena. Vamos a un descampado a preparar una sopa (en el apartamento no podemos usar el hornillo de gas). Estamos a -12 grados bajo cero, hace mucho frío y cuesta que el agua entre en ebullición. Al lado del descampado vemos una casa con algunas luces encendidas. Nos empieza a entrar el miedo de que no se piensen que les queremos robar, salgan con un arma y nos maten. Parece de película pero en Estados Unidos pasa mucho. Cenamos rápidamente y nos vamos a dormir, más o menos…

Domingo 29 de diciembre 2019

Salimos de este extraño motel pronto y nos dirigimos hacia las Montañas Rocosas, donde pasaremos el fin de año. Por el camino, queremos pasar por un tramo de la Ruta 66, que en esta época del año, al ser temporada baja, está un poco decadente. Continuamos y pasamos por el Valle de la Muerte. En verano, alcanza temperaturas extremadamente altas, pero nosotros cruzamos el valle con mucho frío. Aquí, los tramos de carretera son muy pesados, y tengo que parar a menudo porque me da sueño conduciendo.

Cruzamos un pueblo que da miedo, con muchas casas abandonadas y un aspecto muy deteriorado. Además, hay un motel con un payaso como logotipo que parece sacado de una película de terror.

Unos pueblos más adelante, encontramos un motel con buenas habitaciones y económicas. Vamos a un supermercado a comprar comida y vemos que tienen pollos asados recién hechos. Nos lo comemos en el motel.

Nos vamos a dormir, cansados de tanta carretera monótona y paisajes repetitivos.

Lunes 30 de diciembre 2019

Hoy no tenemos tantas horas de carretera. Nos dirigimos a un apartamento a pie de pistas de esquí con vistas del Lago Tahoe y las Montañas Rocosas. Llegamos con una leve nevada, nos instalamos en el apartamento, encendemos fuego y nos relajamos.

¡Por fin un poco de descanso! Unas cervezas junto al fuego, afuera nevando y recordando lo de estos días atrás.

Martes 31 de diciembre 2019

A mi pareja y a mí nos une mucho el deporte del esquí. No somos esquiadores profesionales, pero nos gusta mucho esquiar. Al tener la caravana en un camping del Pirineo, vamos mucho. Tenía el sueño de esquiar en Estados Unidos alguna vez en la vida, y con este viaje era una buena oportunidad.

Así que, una vez con el apartamento en las pistas, alquilamos los esquís, compramos los forfaits y ¡a esquiar! La nieve estaba increíble, había nevado la noche anterior y estaba fantástica. Además, hacía un día soleado que permitía ver las fantásticas vistas del Lago Tahoe y las Montañas Rocosas. Fue un día de esquí fantástico y con la mejor compañía.

Es 31 de diciembre y hay que celebrar la entrada del nuevo año. Lo celebramos con buenas vistas, fuego en la chimenea y bien acompañados.

Reservé este apartamento meses antes con la intención de estar cerca de las pistas de esquí, con buenas vistas del Lago Tahoe y las Montañas Rocosas. Fue una muy buena decisión y recordaremos este fin de año durante mucho tiempo.

Nos vamos a dormir muy cansados y muy contentos.

Miércoles 1 de enero 2020

Amanece el primer día del año en un lugar fantástico. El día se levanta gris y lloviendo. Qué suerte hemos tenido de haber esquiado el día anterior con sol, justo cuando el día anterior nevó y no hemos esquiado hoy lloviendo…

Nos espera un día pesado de carreteras y autopistas, nos dirigimos a Fresno. Aquí tenemos un apartamento para las próximas cuatro noches. La idea era que desde aquí ir improvisando según la meteorología y visitar Yosemite, Secuoyas y San Francisco. Fue un error, porque haríamos demasiados kilómetros de ida y vuelta cuando en Estados Unidos se encuentran moteles fácilmente. Nos hubiera ahorrado muchos kilómetros.

Llegamos por fin al apartamento, nos instalamos, vamos a comprar al supermercado y descansamos.

Jueves 2 de enero 2020

Amanece un día claro, con algunas nubes altas, así que nos vamos a visitar el Parque Nacional de Yosemite.

Llegamos al primer mirador y ¡qué vistas! Impresionante paisaje con las montañas, los bosques y la cascada al horizonte. Seguimos y aparcamos en el parking principal. Pasaremos el día haciendo excursiones por esta parte del parque nacional. Es una gozada poder caminar entre esos bosques y esas montañas tan espectaculares. Al ser invierno, hay muchos senderos y carreteras cortados, así que nos centramos en recorrer esta zona. Volveremos unos años más tarde en otra época del año para recorrer otras zonas del parque.

Volvemos a Fresno muy contentos de haber disfrutado de estos maravillosos paisajes.

Viernes 3 de enero 2020

Amanece otro día similar al anterior, día claro con algunas nubes altas. No tendremos problemas para ir a visitar el Parque Nacional de las Secuoyas. Después de muchas curvas, por fin llegamos. ¡Qué árboles! ¡Qué bosques! Siempre me ha fascinado la naturaleza y, sobre todo, los bosques. Observo los árboles y me parece impresionante la vida que pueden dar a su alrededor. Las secuoyas son árboles gigantescos, altísimos. Además, tienen unas formas singulares y son resistentes a los incendios. Es una pena que la mayoría de estos árboles se talen y solo queden unos pocos en comparación con los que había. Me dejan sin palabras, no puedo dejar de hacer fotos y me encanta estar andando bajo ellos. Mi pareja también alucina con este espectáculo forestal.

Ya bajando hacia el apartamento, nos vamos encontrando más secuoyas en medio de la carretera. La carretera de bajada tiene muchas curvas estrechas y veo que los conductores de aquí van muy lentos. Pronto me doy cuenta de que en los Estados Unidos son rápidos en línea recta pero lentos en las curvas…

Sábado 4 de enero 2020

Madrugamos y nos vamos a visitar la ciudad de San Francisco. A mí no me gustan demasiado las grandes ciudades, pero esta ciudad me sorprendería y me quedaría con las ganas de pasar más tiempo.

Llegamos y lo primero que hacemos es ir a ver el Puente Golden Gate desde diferentes miradores. Primero vamos al mirador de Fort Point National Historic Site; cruzamos el puente y vamos al mirador a pie de carretera; y volvemos a cruzar el puente y vamos al mirador de Baker Beach. Fue impresionante para nosotros ver ese paisaje que tanto habíamos visto en las películas, sobre todo en las de catástrofes naturales.

Continuamos la visita de la ciudad con el puerto de Fisherman’s Wharf de San Francisco, la calle Lombard, Russian Hill y su vista de los tranvías y la isla de Alcatraz de fondo, las Painted Ladies y el mirador de Twin Peaks.

Volvemos al apartamento pensando que volveremos unos años más adelante para visitar la ciudad más a fondo.

Domingo 5 de enero 2020

Dejamos el apartamento y nos vamos hacia Los Ángeles. De camino, queremos ver las famosas letras de Hollywood, pero es domingo y el acceso al mirador está colapsado. Decidimos bajar la carretera a una zona desde la cual se pueda ver el cartel y listo. Vamos a la urbanización de Beachwood Canyon y después iremos a ver la zona de Beverly Hills.

Vamos al motel que tenemos reservado al lado del Paseo de la Fama. Un motel muy, muy extraño. Llegamos y son unos asiáticos que apenas hablan inglés. Están discutiendo entre ellos, se gritan, nos preguntan quiénes somos y vuelven a pelearse y a gritarse. Después de hacerlo varias veces, me canso y reclamo mi habitación de una vez. Por fin entendemos qué pasa y es que todavía no la tienen limpia. Esperamos y al cabo de un rato subimos y dejamos nuestras cosas. Vamos a dar una vuelta por el Paseo de la Fama, es un momento, y volvemos al apartamento de nuevo.

Descansamos porque hoy toca noche de partido de los Lakers. Partido de Los Ángeles Lakers contra los Detroit Pistons. Tenemos las entradas y la reserva en el parking. Vamos al Staples Center, aparcamos y entramos al estadio. Solo el estadio es espectacular. Todo grande, muy americano, claro. Vamos a nuestras butacas, nos reímos pensando que no veríamos nada, estamos muy altos. A mí no me gusta mucho el baloncesto y pienso que saldré de vez en cuando a darme una vuelta.

Antes de empezar el partido, ya empieza el espectáculo. Imágenes, música… Para dar la pista de salida al partido, un espectáculo visual impresionante. Empieza el partido y no paran de meter canastas de un lado al otro, es un partido muy activo, para nada aburrido. Llega la pausa y aquí pensábamos que nos aburriríamos. Para nada, sigue el espectáculo con bailes y demás. Le toca a un seguidor de los Lakers probar suerte lanzando a canasta desde medio campo. ¡Lanza y encesta! Todo el estadio se puso en pie, lo celebró más que la victoria de los Lakers. ¡El seguidor se llevó 100.000 dólares por una canasta!

Acaba el partido y no me he aburrido en ningún momento. Mi pareja está impresionada con el partidazo que ha visto, a ella que le gusta tanto el baloncesto. Volvemos al coche y al salir, menudo caos, nadie te deja pasar hasta que metes el morro del coche de golpe. Ya le voy cogiendo el truquillo a conducir en Estados Unidos, tonto el último…

Llegamos al motel muy emocionados por el partido que acabamos de presenciar. Vamos a dormir que al día siguiente nos espera un día de vuelo.

Lunes 6 de enero 2020

Se levanta un día completamente soleado y nos vamos a visitar Santa Mónica y el parque de atracciones Pacific Park. Nos hacemos unas fotos también con las torres de los socorristas de la playa.

De pequeño era muy fan de los Vigilantes de la Playa (Baywatch en inglés), y ver los escenarios donde se grabó la serie me traía bonitos recuerdos de niño.

Vamos a comer y nos dirigimos al aeropuerto de Los Ángeles.

Devolvemos el coche sin más problemas, facturamos las maletas, pasamos aduanas y a esperar el avión.

Empieza a llover y el avión sale con retraso, y nos subimos más tarde al avión. Por fin, el avión se mueve y nos ponemos contentos, pero veo que el avión va a una zona sin salida. Han movido el avión porque tenían que hacer sitio a otros aviones en la terminal. El personal de vuelo, muy amable, nos dice que no saben nada. Nos envían un SMS diciendo que es posible que el avión salga al día siguiente y nos pagan una noche de hotel. Estamos tan cansados que nos da igual todo y no podemos hacer nada, solo esperar.

Al cabo de un rato, se pone en marcha el avión y por suerte despegamos.

Martes 7 de enero 2020

Por fin estamos sobrevolando la península Ibérica. Desde el aire, vemos las nieblas del Valle del Ebro, la Sierra del Montsec y el Pirineo de fondo.

Llegamos a Barcelona, recogemos las maletas, cogemos el coche y nos quedan 2 horas de conducción de noche hasta Olot. Llegamos agotados y directos a dormir.

Conclusiones

Ha sido un viaje realmente espectacular en todos los sentidos. A los dos nos gusta viajar, a mí particularmente en los parajes naturales. En este viaje, hemos disfrutado mucho de la variedad de paisajes, pueblos y ciudades. Además, haber podido esquiar en las Montañas Rocosas, ver un partido de los Lakers… han sido dos cosas realmente emocionantes y privilegiadas.

Hemos recorrido muchos kilómetros de carretera que han sido recompensados con creces por los paisajes inmensos, bellos y espectaculares que hemos visto.

Este será un viaje que nos dejará, sin duda, una huella imborrable en nuestra memoria.

Además, estamos mucho más contentos de haber podido hacer este viaje antes de que, dos meses después, estuviéramos encerrados en casa por la pandemia del coronavirus.

 

EQUIPO USADO EN ESTE VIAJE

GUÍAS Y MAPAS

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