fbpx
Menú Cerrar

PARQUES NACIONALES BANFF Y JASPER, JUNIO 2022

Esta página contiene algunos enlaces de afiliados como amazon o hotmart. Si haces click en un enlace, yo me llevo una pequeña comisión por venta sin que a ti te salga más caro. Gracias a ello, puedes seguir disfrutando de este contenido gratuitamente.

INTRODUCCIÓN

El pasado 6 de mayo de 2022 nos casamos mi pareja y yo. Fue una boda un poco tardía por culpa del dichoso coronavirus. Teníamos pensado casarnos desde diciembre de 2019, con la idea de hacerlo en 2020, pero, con todo lo que ya todo el mundo sabe, lo tuvimos que ir posponiendo.
 
Sí que podríamos habernos casado antes, pero, claro, habría sido algo más impersonal: todo el mundo con mascarilla, y además no podíamos hacer un viaje en condiciones. Todo eso nos fue retrasando cada vez más.
 
En 2021 lo volvimos a pensar, pero los viajes seguían siendo complicados. Ir a Canarias o a Baleares no nos parecía suficiente. A nosotros, que nos gusta mucho viajar, queríamos un destino que fuera algo más impresionante. Nuestra ilusión desde siempre había sido hacer el viaje de novios a Nueva Zelanda, pero en 2022 todavía no estaba abierta, al menos para los europeos. Así que, a principios de 2022, tuvimos que buscar otro destino que nos convenciera a los dos, y ese fue Canadá.
 
Empezamos a preparar el viaje, que fue un poco complicado por todo el tema del COVID. Nuestra intención era recorrer y visitar las Montañas Rocosas de Canadá.
 
Así pues, comenzó la preparación del viaje, empezando por los vuelos, que fueron muy caros. Primero teníamos que hacer escala en Frankfurt y luego volar directamente a Calgary. Lo primero que había que gestionar era el visado, que en este caso es la eTA. También teníamos que preparar todo el tema de la vacunación: estar vacunados contra el COVID, tener el pasaporte COVID, y solicitar el permiso para que nos autorizaran a entrar. Aun así, estábamos sometidos a una prueba aleatoria de PCR al llegar.

La PCR, para quien ya no lo recuerde, era una de las pruebas del COVID, junto con los test de antígenos. La prueba de antígenos tenía más probabilidades de dar un falso negativo, pero la PCR tenía una fiabilidad del 99 %. Si dabas positivo, era positivo de verdad; si dabas negativo, también lo era. Claro, algo tan sencillo podía ser tan arriesgado que nos asustaba mucho. Podías haber cogido el virus en el mismo aeropuerto y dar positivo allí.

Aun así, sobre todo a mi pareja, le daba más miedo. Pero yo decía: “Da igual, hay que arriesgarse, hombre”.

Eso sí, contratamos todo con seguro de cancelación. También organizamos el viaje con días de margen, por si uno de los dos daba positivo y el otro no. Así, al menos uno podría seguir con el viaje, y también planeamos un confinamiento, porque además nos lo exigían: un plan de aislamiento de 10 días en Canadá.
 
Con todo esto preparado, lo teníamos todo listo. También tuvimos que contratar internet: un compañero nos recomendó coger una tarjeta SIM para Canadá. Todo era mucho más complicado que viajar por Europa o Estados Unidos.

Y, con todo eso, comenzamos el viaje.

EL VIAJE

Martes 7 de junio de 2022

Nuestro viaje comenzó el 7 de junio de 2022. Esa noche cogimos un hotel justo al lado del aeropuerto, porque teníamos entradas para un concierto de los Red Hot Chili Peppers en el Estadio Olímpico de Barcelona.

Los Red Hot Chili Peppers son una de mis bandas de rock favoritas—aunque no tanto de mi pareja—, pero ella dijo: “¡Yo también me apunto a este concertazo!”. Después de años escuchando a los RHCP en el coche, durante viajes y salidas en autocaravana desde que era pequeño, por fin cumplía el sueño de verlos en persona.

Eso sí, tuvimos que coger entradas en las gradas, porque estar en primera fila era demasiado caro.

Después de una noche tan especial, disfrutamos el concierto al máximo y nos fuimos a dormir, listos para lo que venía a continuación.

Miércoles 8 de junio de 2022

Nuestro vuelo salía bien temprano, así que a las 6 de la mañana dejamos el coche en el aeropuerto. Cogimos nuestro primer vuelo hacia Frankfurt, Alemania. Allí tocó tener paciencia y esperar el siguiente vuelo, y luego, por fin, cogimos el vuelo hacia Calgary.

Ahora sí, empezaba nuestro viaje de novios, ya volando hacia nuestro destino: Calgary, Canadá.

Como anécdota del vuelo, hay que decir que, aunque los billetes de Air Canadá eran carísimos, los asientos eran de lo más incómodos. De hecho, eran peores que los de Vueling. Vueling tiene los asientos hasta más amplios que esta compañía, lo cual es increíble tratándose de un trayecto tan largo. Horrible.

Y bien, justo cuando ya estábamos llegando a Calgary, yo —aunque no fuera del todo legal—, por si acaso, me fui al baño a limpiarme la mucosidad de la nariz para asegurarme de que no hubiera ningún problema con la PCR. Aunque estaba vacunado y no tenía síntomas, no quería correr riesgos. Mientras hacía ese ruido tan desagradable que hace uno al sonarse, resulta que justo al lado, alguien estaba pidiendo matrimonio a su pareja. ¡Sí, en pleno vuelo! Y esos mismos eran los que teníamos sentados delante.

Una anécdota curiosa: uno haciendo algo tan asqueroso y otro algo tan romántico. Así es nuestro viaje de novios.

En fin, llegamos por fin, aterrizamos, contentísimos. Pasamos la aduana, donde hay unas máquinas automáticas para leer el pasaporte y hacer el control más rápido. Mi mujer pasa sin problema. Pero yo… no.

A mi siempre me toca ir con el personal de aduanas. No sabemos si es por ser hombre, por ser autónomo, o por qué, pero siempre le pasa. No tengo antecedentes ni he hecho nada malo en mi vida, pero bueno, allí va. Y justo cuando estoy delante del agente, este me señala con el bolígrafo y dice: “You.” Me toca hacerse una prueba PCR.

Me lo tomo con filosofía: “Bueno, si me toca estar encerrado, que sea yo y no ella.” Pero mi mujer está muy nerviosa, atacada de los nervios. Intento calmarla: “Tranquila, ya verás que todo irá bien.”

Vamos a recoger las maletas y, antes de salir, me voy al baño. Ella insiste: “Ve al baño, límpiate bien, haz lo que sea.” Así que voy, me limpio bien, casi me atraganto de lo fuerte que me limpio, pero salgo convencido de que estoy bien. Ya había pasado el COVID antes, estaba vacunado… estaba tranquilo.

Al salir, una chica muy simpática me hace la prueba PCR. Le digo amablamente, un poco para dar pena también…: “Yes, this is my honeymoon….” La chica se ríe y me dice: “Oh, honeymoon!” y me sonríe con complicidad y me hace la prueba de manera muy superficial. Entonces pienso: “Venga, con esta sonrisa me voy a casa con un negativo.”

Pero mi pareja sigue muy nerviosa, agobiada, diciendo que no, que no va a salir bien. Teníamos que conectarnos a internet, y ella estaba tan alterada que no podía ni pensar. Finalmente, vamos a buscar el coche de alquiler. Por suerte, nos dan el modelo cómodo que habíamos reservado previamente.

Nos dirigimos al apartamento que habíamos alquilado para pasar los primeros dos días… y nos fuimos a dormir, por fin.

Jueves 9 de junio de 2022

Hoy tocaba visitar la ciudad de Calgary. Aprovechamos para hacer unas compras, sobre todo comida, un spray antiosos (por si acaso) y algo de autoprotección, ya que queríamos hacer alguna excursión por la naturaleza.

Cargamos el coche con todo y volvimos al apartamento.

Esa noche, mientras estábamos durmiendo, recibo un mail: ¡la prueba PCR había dado negativa! Enseguida despertierto a mi mujer, corriendo y diciendo: “¡Mira, mira!” Ella medio dormida responde: “¿Qué pasa?” Y yo: “¡Negativa!” Entonces ella, aliviadísima, se relaja tanto que se vuelve a dormir al instante… ¡y durante horas!

Eso sí, yo ya no pude volver a dormirme. Estaba tan nervioso y emocionado, con tantas ganas de empezar a recorrer el país, que no pegué ojo el resto de la noche.

Viernes 10 de junio de 2022

¡Y ahora sí, ahora sí empieza el viaje de verdad! Por fin dejamos atrás el susto de tener que confinarnos otra vez. Cogimos el coche y a tirar millas. Fue fantástico conducir por esas grandes autopistas, atravesando las amplias llanuras de la zona de Calgary, con las imponentes Montañas Rocosas al fondo. Fue un momento realmente espectacular. Estábamos los dos emocionados: después de tantos años, después del coronavirus, de aplazarlo tantas veces… ¡qué gusto, qué alegría estar finalmente allí!

Llegamos a la fantástica ciudad de Banff. Es una ciudad que puede sorprender a unos más que a otros, pero a nosotros nos impresionó muchísimo. Quizás por la ilusión del momento, por lo que significaba llegar hasta allí, o por las montañas gigantes que la rodean. Todo parecía sacado de una película del oeste. Nos encantó. Eso sí, hacía bastante frío, sobre todo viniendo del calor del Mediterráneo.

Seguimos recorriendo toda la zona: los bosques, el parque natural… todo era impresionante. Nos encantó, de verdad. Y continuamos el viaje hacia lo que sería nuestro primer alojamiento.

De camino, vimos nuestro primer oso. Fue un momento impactante, especialmente para mi mujer. Aunque ya habíamos visto otros osos en parques o documentales, verlo en persona y en libertad fue impresionante. Ella alucinaba: “¡Pero qué grandes son! ¡Son enormes!”

Seguimos la ruta y visitamos un precioso lago en el Parque Nacional de Yoho, además de ver el Natural Bridge y unas cascadas preciosas. Todo era realmente espectacular.

Finalmente llegamos a nuestro apartamento, que estaba fuera del parque natural, en un pueblo llamado Golden, a unas tres horas de trayecto desde el parque. Tuvimos que alojarnos allí porque los alojamientos dentro del parque eran muy escasos y extremadamente caros. Lo ideal hubiera sido quedarnos dentro, pero Canadá es un destino caro, y más aún en época de pandemia.

La opción de alquilar una autocaravana también la habíamos considerado, pero no ofrecían seguros de cancelación, así que decidimos no arriesgarnos y optamos por apartamentos con cancelación flexible. Era una desventaja clara, ya que implicaba hacer muchos más kilómetros cada día, pero al menos nos daba tranquilidad.

El apartamento, eso sí, era enorme y muy cómodo. Estuvimos muy a gusto allí.

Y aquí fue cuando mi pareja descubrió por primera vez lo que significa que no se ponga el sol. En estas zonas del norte, especialmente en verano, alrededor del 21 de junio, el sol prácticamente no se oculta. Así que aprendió a dormir con mucha luz… y tuvo que empezar a usar antifaz para poder descansar.

Sábado 11 de junio de 2022

Nos levantamos bien prontito (el jet lag ayudaba) y nos fuimos directos a visitar otro lugar espectacular: el Lake Louise, en el Parque Nacional de Banff. Aunque el día estaba algo nublado, con momentos de lluvia, estos contrastes típicos de la primavera también le daban su encanto al paisaje.

Y qué decir del lago… esos colores turquesa eran realmente impresionantes. A pesar de las nubes, el agua brillaba con ese tono único que parece sacado de una postal. Nos quedamos un buen rato allí disfrutando de la vista, empapándonos (literal y figuradamente) de la experiencia.

Después, seguimos nuestra ruta hacia el Lake Peyto. En este lago hay un mirador principal desde donde se obtiene una vista espectacular, aunque el camino hasta allí da un poco de respeto: uno se puede encontrar con un oso de repente, y eso a mi mujer le daba bastante miedo. Pero más adelante hay otros miradores todavía más impresionantes, aunque hay que caminar bastante más.

Como nos encanta la aventura, no lo dudamos: ¡seguimos explorando! Caminamos por senderos más largos para ver el lago desde diferentes puntos de vista, cada uno más increíble que el anterior. Eso sí, fuimos con todas las precauciones: llevábamos el spray antiosos, hacíamos ruido con campanitas y hablábamos en voz alta para no sorprender a ningún animal. Todo muy salvaje, pero también muy divertido.

Durante el camino, nos paramos a comer algo, y justo entonces… ¡otro oso negro! Esta vez lo vimos desde una distancia segura, pero fue muy emocionante. A ella le seguía impresionando muchísimo: era su segundo oso en libertad y no dejaba de decir lo grandes que son.

Tras un día tan intenso, volvimos al apartamento en Golden, cansados pero felices.

Domingo 12 de junio de 2022

Hoy fue un día un poco más pesado. Aunque el tiempo acompañaba, nuestros destinos estaban más alejados que los anteriores, lo que nos obligaba a hacer bastantes kilómetros. Aun así, seguimos recorriendo el camino con ilusión, parando en algunas zonas a pie de carretera para disfrutar del paisaje y hacer pequeñas caminatas.

Aunque los trayectos largos se notaban, el entorno seguía siendo espectacular. Visitamos algunas áreas como el Yoho National Park, y también tuvimos la suerte de cruzarnos con algún que otro animal salvaje. Poco a poco, vamos tachando experiencias únicas de la lista

Lunes 13 de junio de 2022

El jet lag sigue haciendo de las suyas. yo me desperté muy temprano, sobre las 5 de la mañana. Mi mujer, aún medio dormida, le dije que si podía salir a dar una vuelta solo y hacer fotos, y me contestó que sí que podía hacerlo mientras no la despertara.

Y así fue: me fuí solo a recorrer algunos parques cercanos, cámara en mano, con la esperanza de ver algún oso. Caminó por distintos senderos, miradores y zonas menos transitadas, pero no tuve suerte. Justo cuando ya estaba de regreso, y casi tocando la entrada del Glacier National Park, ¡sorpresa! Apareció un precioso oso negro al lado de la carretera principal. No en un sendero escondido, sino allí, a plena vista. Pude fotografiarlo tranquilamente durante un buen rato. Una experiencia espectacular.

Después de casi cuatro horas fuera, volví al apartamento para reencontrarse con mi mujer. Al llegar seguía durmiendo. Más tarde, salimos juntos a dar una vuelta más corta, cerca del pueblo de Golden, disfrutando de un día más tranquilo, ideal para descansar un poco y vivirlo de forma más relajada y romántica.

Martes 14 de junio de 2022

Hoy decidimos tomarnos el día con más calma. Ambos necesitábamos un poco de descanso, relax y, por supuesto, un toque de romanticismo. Al fin y al cabo, ¡estamos en nuestro viaje de bodas! Así que aprovechamos para disfrutar tranquilamente del entorno, sin prisas, simplemente compartiendo momentos bonitos juntos y recuperando energías para los próximos días de aventura.

Miércoles 15 de junio de 2022

Hoy también recorrimos un poco los alrededores, aprovechando lo que nos quedaba por explorar en la zona. Subimos a un teleférico con unas vistas impresionantes del Glacier National Park. Desde allí arriba, las montañas y glaciares nos dejaron sin palabras.

Durante el camino, nos cruzamos con algunos animales salvajes, lo que nos hizo vivir el trayecto con algo más de tensión (¡especialmente mi mujer!), pero todo fue parte de la emoción del viaje.

Al final del día, regresamos al apartamento para recoger nuestras cosas, ya que al día siguiente nos tocaba continuar hacia un nuevo destino.

Jueves 16 de junio de 2022

Nos levantamos temprano, recogimos, limpiamos y dejamos el apartamento listo, tal y como lo encontramos. Era momento de seguir nuestra ruta, esta vez hacia la zona del Jasper National Park.

El camino fue una maravilla: paisajes espectaculares, montañas nevadas, bosques infinitos… En el trayecto nos cruzamos con cabras montesas, y más adelante visitamos las impresionantes cascadas de Sunwapta, rodeadas de un paisaje de postal, con los ríos salvajes y las montañas de fondo.

Seguimos avanzando y tuvimos la suerte de ver elk, una especie de ciervo enorme que nos dejó totalmente fascinados.

Finalmente, llegamos a la ciudad de Hinton, a las afueras del Parque Nacional de Jasper. Allí nos alojamos en un pequeño bungalow dentro de una zona tipo camping, sencilla pero suficiente para nosotros. Fue la opción más económica y disponible que encontramos, ya que este viaje se organizó con solo unos meses de antelación —algo inusual, ya que normalmente se planea con un año de margen.

Viernes 17 de junio de 2022

Nos levantamos temprano, como de costumbre, y pusimos rumbo hacia una excursión por el Maligne Lake, en el Parque Nacional de Jasper. La ruta era preciosa, pero también algo inquietante: el bosque es muy denso, con senderos estrechos y rodeados por vegetación espesa. Mi pareja estaba bastante asustada, ya que en cualquier momento parecía que podía aparecer un oso. Íbamos bien preparados con nuestro spray anti-osos y haciendo ruido, pero si no estás acostumbrado a la naturaleza y la fauna salvaje, la zona puede asustar.

Tras la caminata por el lago, visitamos las Maligne Canyon, unas cascadas que se forman entre cañones estrechos realmente espectaculares. Los sonidos del agua cayendo, el eco entre las paredes de roca, la fuerza de la naturaleza… todo era sobrecogedor.

Y como si el día no pudiera ser más especial, vimos lo que parecía ser un nido de águila calva, un símbolo del país. Canadá nos seguía sorprendiendo a cada paso, sobre todo por su vida salvaje. Volvimos al apartamento agotados pero felices.

Sábado 18 de junio de 2022

Hoy volvimos al Parque Nacional de Jasper, esta vez para visitar las cataratas de Athabasca. El día comenzó algo nublado, pero luego salió el sol, justo a tiempo para que apareciera un arcoíris formado por el vapor de las cataratas. Fue un momento mágico.

Aunque no era una caminata muy larga, el paisaje valía totalmente la pena. El agua caía con una fuerza increíble, y el contraste con el cielo despejado y los bosques alrededor lo hacían todo de postal.

Más tarde, decidimos volver a las cascadas de Sunwapta, que ya habíamos visto, pero queríamos explorarlas con más calma. Nos impresionaron todavía más la segunda vez: el rugido del agua, el entorno natural… Era imposible no quedarse embobados mirando.

Terminamos el día con la sensación de estar viviendo un sueño. Cada rincón de este país parecía sacado de una película.

Domingo 19 de junio de 2022

Hoy decidimos tomarnos el día con más calma y explorar los alrededores de la ciudad de Hinton. A pesar de que no es una ciudad especialmente bonita, encontramos un lugar muy curioso que nos encantó: una zona donde viven castores.

Hay un sendero acondicionado con bancos desde donde puedes observar a los castores trabajando en sus presas. Se les puede ver acarreando troncos, nadando, reparando sus madrigueras… y todo muy de cerca, sin que se asusten demasiado por la presencia humana.

Fue un momento tranquilo y muy especial, ver de cerca a estos animales tan emblemáticos de Canadá, tan trabajadores y meticulosos. Un día más relajado, pero lleno de pequeños descubrimientos.

Lunes 20 de junio de 2022

Hoy pasamos el día explorando los alrededores de Hinton, disfrutando de los paisajes y de esta tranquilidad que tanto nos gusta. Nos gusta tomarnos las cosas con calma, sin prisas, simplemente recorriendo la zona y absorbiendo cada detalle.

En uno de los carteles informativos de la ciudad encontramos algo que nos llamó especialmente la atención: hablaba de los pumas. A diferencia de los carteles de advertencia sobre osos, que recomiendan no correr, no luchar y quedarse quieto, este decía algo muy distinto: “Si te encuentras con un puma… lucha”. Así, tal cual. Te recomienda hacerte grande, mirar al animal a los ojos y resistir. Eso sí, si te da tiempo a reaccionar, claro. Nos pareció tan curioso como inquietante. Canadá tiene una naturaleza increíble, pero también impone respeto.

Martes 21 de junio de 2022

Amanece un nuevo día de lluvia y fuertes vientos. Eso sí, el paisaje es espectacular, con las montañas teñidas de los colores del otoño y una ligera capa de nieve en las zonas más altas.
Voy recorriendo el paisaje con un color azul claro espectacular en los fiordos y arcoíris apareciendo a menudo.

Por fin llego a la isla de Senja. Atravesar los puentes con estos vientos se hace difícil.

Buscando en la app Park4night, encuentro un camping para pasar la noche y poder conectarme a internet para subir las fotos y los videos a mi disco duro online. Pero la conexión es muy lenta. Suerte que tengo discos duros de sobra.

Es un bonito camping a pie de fiordo con vistas espectaculares. Aprovecho para darme una larga ducha de agua caliente y descansar bien. Además el personal es muy amable y te lo ponen todo muy fácil.

Parece que hay un poco de auroras, pero apenas se dejan ver entre las nubes y la lluvia. Decido ir a dormir y descansar bien.

Miércoles 22 de junio de 2022

Hoy dejamos nuestro pequeño bungalow-apartamento en Hinton y comenzamos el viaje de vuelta hacia el sur. En un principio, nuestra idea era pasar las últimas dos o tres noches en un apartamento en Calgary con piscina privada, un lugar ideal para descansar y cerrar el viaje con comodidad.

Pero tuvimos problemas con el anfitrión. Primero cambió el anuncio, luego eliminó la opción de cancelación gratuita, y su actitud no nos dio confianza. Al final, decidimos cancelar esa reserva por completo.

Así que hicimos un cambio de planes: volvimos a la zona de Banff, aunque esta vez tuvimos que alquilar un apartamento muy caro, ya que era lo único disponible. Pero bueno, era el final del viaje, y queríamos terminar por todo lo alto. Al final, el precio fue más o menos igual al de Calgary, así que lo aprovechamos.

Esto nos permitió hacer algo que nos había quedado pendiente al principio del viaje: visitar el Lago Moraine. Cuando llegamos a Canadá, este lugar estaba cerrado por la nieve, después se pudo visitar con el lago bastante vacío y con nieve, pero ahora, después de varios días de sol y temperaturas más suaves, por fin estaba accesible y lleno.

Eso sí, llegar no fue fácil: hay un límite de visitantes por día, y tuvimos que hacer varias subidas y bajadas con el coche hasta que conseguimos entrar. Pero mereció completamente la pena. El lago es impresionante: el color del agua, las montañas rocosas al fondo, los senderos para caminar… todo parecía sacado de una postal. Fue un regalo poder disfrutarlo al final del viaje.

Sí que notamos que es un lugar para volver con más tiempo, y quizá con otro tipo de planificación, más centrada en hacer rutas de montaña, y acompañados de más gente para no preocuparnos tanto por los osos.

Jueves 23 de junio de 2022

Hoy dedicamos el día a hacer un poco más de turisteo tranquilo. Paseamos por Banff, visitamos algunos museos y también aprovechamos el apartamento: disfrutamos un poco de la piscina y de la chimenea con troncos encendidos. Un entorno muy acogedor, muy canadiense, perfecto para cerrar este gran viaje.

Y así, con calma, llega el momento de regresar. La vuelta siempre tiene ese punto nostálgico, pero esta vez se nos hizo más llevadera que la ida. Ya sin los nervios del coronavirus, todo fue más fácil.

Volamos desde Calgary y, al hacer escala en Frankfurt, nos encontramos con un auténtico caos de maletas: equipaje por todos lados, retrasos, confusión. Nada que ver con la ida. Pero por suerte, al llegar a Barcelona, nuestras maletas aparecieron, y pudimos regresar a casa sin más sobresaltos.

Viernes 24 de junio de 2022

Paso la noche cerca del aeropuerto de Evenes. Justo al lado hay un concesionario de la misma compañía de alquiler de Oslo, donde alquilé la autocaravana. Se encendió la luz de bajo nivel de aceite, así que voy para que la revisen.

Me dicen que esa autocaravana no pertenece a su concesionario y que debo ir a Oslo. Les respondo que no, que hasta Oslo quedan muchos kilómetros y que el motor podría griparse por el camino. Insisto en que la revisen, ya que pertenece a la misma compañía; de lo contrario, llamaré a la central. Finalmente, acceden y añaden un poco de aceite, pero una semana después, la luz volvería a encenderse.

Con el problema medio resuelto, sigo mi camino recorriendo estas maravillosas islas.

Quiero pasar la noche cerca del inicio de una excursión que tenía pendiente desde mi viaje de septiembre de 2016. Hay muchos sitios ya ocupados, pero encuentro un aparcamiento que es el punto de partida de otra excursión a una playa muy famosa. Bajo para comprobar si hay algún cartel que prohíba acampar, pero no veo ninguno. Sin embargo, hay un par de casas cerca, así que entro a internet para buscar otro lugar y evitar dormir tan cerca de las viviendas.

De repente, veo a una mujer que viene hacia mí en medio de la lluvia, muy enfadada. Me empieza a gritar que no puedo pasar la noche allí por estar demasiado cerca de las casas. Le pido disculpas y le explico que no vi ningún cartel, que me marcharé enseguida. Sigue gritándome mientras me voy para evitar problemas.

He viajado varias veces a Noruega y, este año, me he encontrado con mucha más hostilidad. No sé si se debe a la masificación y al hecho de que mucha gente no respeta nada, o si es algo postpandemia.

Finalmente, encuentro otro sitio lejos de las casas y descanso después de un día tan accidentado.

Importante: En Noruega, hay una ley que prohíbe pasar la noche en cualquier vehículo a menos de 150 metros de una vivienda.

Sábado 25 de junio de 2022

Las previsiones de anoche indicaban que estaría medio nublado con claros, pero nuevamente amanece con lluvia y cielo cubierto. Cambio de planes y dejo la excursión para otro día. Decido recorrer otros lugares y voy hacia Reine.

Encuentro un espacio para mi autocaravana en un aparcamiento gratuito, justo al lado del mirador de Reine. Hay un coche aparcado y espero a ver si, con suerte, no se queda allí toda la noche. Al poco rato, llegan un par de mujeres, revisan los mapas con calma y, finalmente, se marchan. Ahora puedo aparcar bien la autocaravana sin entorpecer el paso de nadie. Me voy a hacer fotos y vídeos timelapse.

Reine es un famoso pueblo pesquero en un entorno de fiordos y montañas precioso. Espero y deseo que por la noche las auroras boreales se dejen ver. Hay actividad solar y anuncian algunos claros.

Por fin llega la noche y… ¡sorpresa! ¡Las auroras se dejan ver! ¡Qué maravilla, este espectáculo en un lugar tan espectacular!

Llegan un par de furgonetas y se bajan un montón de japoneses. Empiezan a gritar, hacer unos cantos muy extraños y se sientan en el suelo. Me encuentro con un hombre italiano muy amable y nos hace gracia toda la situación. Este chico viaja solo y en moto desde Italia. ¡Qué valiente!

El espectáculo de auroras boreales en este entorno tan bonito se acaba cuando la lluvia vuelve a hacer acto de presencia.

Me voy a dormir con la intención de hacer la excursión pendiente a la mañana siguiente.

CONCLUSIONES

Ha sido un viaje realmente impresionante. De esos que dejan huella. La naturaleza, los paisajes, los animales, la libertad… todo ha sido una experiencia increíble.

Si algo nos ha condicionado ha sido el hecho de tener el alojamiento fuera de los parques naturales, lo que nos obligó a hacer muchos más kilómetros de los que habríamos querido. En retrospectiva, creemos que lo ideal para recorrer esta zona habría sido una autocaravana, o incluso una tienda de campaña para los más valientes (aunque, claro, siempre en zonas autorizadas y con conciencia de que se trata de un entorno con fauna salvaje).

Eso sí, Canadá es un destino caro, sobre todo en alojamiento, pero merece cada euro. Para la próxima, ya sabemos: si no vamos en autocaravana, intentaremos reservar con más antelación apartamentos dentro del parque para evitar tantos desplazamientos.

También aprendimos que junio, aunque bonito, es un mes de deshielo. Los ríos van llenísimos, muchas zonas de montaña siguen con nieve, y si quieres hacer rutas más exigentes, necesitas ir bien preparado (incluso con crampones en algunos casos). Si lo que se busca es hacer montaña, quizá es mejor viajar en julio, agosto o septiembre. En septiembre, además, hay menos turistas y los colores del paisaje cambian con el otoño.

Una parte importante del viaje es el tema de los osos. Es una zona de fauna salvaje, y hay que estar preparado, pero sin miedo. Con respeto. Hay muchas precauciones que tomar: llevar spray anti-osos, hacer ruido, caminar en grupo (en algunas rutas está prohibido ir en grupos menores de 4 personas), o incluso contratar un guía local para rutas más largas o exigentes. Un guía conoce el terreno, sabe cómo actuar y te aporta seguridad.

Y sí, nos quedamos con ganas de volver. Porque volveremos, seguro. La próxima vez con más ganas de hacer montaña, con mejor planificación, y quizá en autocaravana para vivir aún más de cerca esta naturaleza inmensa.

Ha sido un viaje de bodas que nunca olvidaremos.

EQUIPO USADO EN ESTE VIAJE

GUÍAS Y MAPAS

Artículos relacionados

error: