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INTRODUCCIÓN
Para este viaje me viene a la mente una frase que quizás he leído en algún lugar: sueño, luego existo.
Desde que era niño, soy una persona muy soñadora. La mayoría de la gente, al envejecer, deja de hacerlo y se vuelve cada vez más amargada. A diferencia de la mayoría, soy una persona que cada vez lo hace más. Pero no lo hago con sueños utópicos, sino que sueño, planifico y ejecuto.
Para mí, es esencial soñar para innovar o crear cosas nuevas, y no concibo otra forma de vivir. Sin embargo, no me permito simplemente limitarme a soñar y anhelar algo que no puedo lograr. Después de hacerlo, lo planifico. Una vez planificado, paso a la acción. Llevo a cabo mi sueño y lo disfruto al máximo.
El viaje a Groenlandia llevaba en mi mente desde la adolescencia, al enterarme de la presencia del Ártico. Cuando descubrí en marzo que existían viajes organizados, no dudé en trazar un plan sobre lo que tenía que hacer para visitar Groenlandia. Primero, tuve que organizar el aspecto económico. En 2011, un viaje de esta índole costaba alrededor de 3000 euros con los vuelos incluidos, así que planifiqué cómo obtener 4000 euros para tener un margen para imprevistos. Ahorré al máximo, llevando un estilo de vida muy austero, buscando trabajos esporádicos pero bien remunerados. También planifiqué las fechas para que el viaje no interfiriera con mis responsabilidades laborales.
PREPARATIVOS
Llega el mes de junio, reservo y pago mi viaje. Una de las mejores decisiones de mi vida, sin lugar a dudas.
Sábado 16 de julio de 2011
Voy al aeropuerto doméstico de Reykjavik y ya solo el avión era una aventura. Se trata de una aeronave muy pequeña; hasta ese momento, solo había viajado en aviones grandes y comerciales.
El trayecto en avión hacia Narsaq, al sur de Groenlandia, resultó espectacular. En primer lugar, las vistas de Islandia desde el aire en un día soleado, con sus glaciares y volcanes.
Luego, al llegar a la costa este de Groenlandia, comienzas a contemplar el Islandis (el inmenso glaciar sobre Groenlandia) y todas sus lenguas glaciares extendiéndose hacia el mar, la banquisa ártica a la deriva. Sobrevolando Groenlandia, tienes la oportunidad de apreciar de cerca todas las lenguas glaciares. Un vuelo impresionante, especialmente si el día está soleado.
Al aterrizar en el aeropuerto de Narsarsuaq, nos encontramos con lluvia. Nos trasladan en lancha motora hasta el albergue de Narsaq. Durante el trayecto de aproximadamente una hora, se pueden observar algunos pequeños icebergs y, sobre todo, el paisaje verde. Erik el Rojo llamó a Groenlandia “Greenland” (Isla Verde) por algo.
Nos conocemos todos los integrantes del grupo (creo que un total de 10 viajeros más el guía y la asistente del guía), realizamos los preparativos y damos un paseo por el pueblo. Es un lugar impresionante, con sus casas de colores y la bahía repleta de icebergs.
Domingo 17 de julio de 2011
Al día siguiente, preparamos el equipo y los kayaks, y comienza la travesía en kayak entre icebergs. Nada más comenzar, qué sensación, no podía creerlo; estaba en el Ártico, en Groenlandia, navegando en kayak entre icebergs. Desde muy pequeño, he pasado los veranos en un camping de playa, y siempre me han encantado los deportes náuticos. Poder remar en kayak entre icebergs era una experiencia asombrosa para mí.
El primer día comienza bien, navegando entre icebergs y acampamos en una playa. Las tiendas eran un poco pequeñas, pero ya estábamos cómodos. Recuerdo haber dormido poco el primer día debido al dolor en los brazos. Hacía tiempo que no remaba y el primer día con el kayak lleno de equipo, pesaba mucho. Y eso que el kayak era doble, el individual era para el guía y otro compañero de la expedición que nos prestaba el kayak en un par de ocasiones.
El guía, se encargaba de guiarnos y también de cocinar. Era un cocinero excelente que nos mantenía bien alimentados a todos.
Lunes 18 de julio de 2011
Al día siguiente, nos dirigimos hacia el sur ya con pocos icebergs, y algunos pasamos la noche en una cabaña y otros en las tiendas. Preferí descansar en la cabaña para recobrar fuerzas porque al día siguiente teníamos que portear en un par de ocasiones los kayaks bien cargados por un par de pasos sin agua.
Martes 19 de julio de 2011
Después de pasar la noche en la cabaña, realizamos una pequeña excursión con buenas vistas de la zona y cogemos los kayaks para realizar el porteo. A continuación, debemos cruzar un fiordo grande de lado a lado, en un día lluvioso y con mala mar. Para tratarse de un fiordo, la mar estaba bastante agitada. Llegamos a una pequeña isla donde pasaríamos la noche. Estábamos completamente empapados; recuerdo que los dedos de las manos los tenía bien arrugados después de tanta agua. A pesar de haber pasado mucho tiempo en el mar, nunca antes había tenido la piel de las manos tan arrugada.
Montamos la tienda y preparo el saco de dormir. Mi mala sorpresa es que estaba completamente mojado. No cerré bien la bolsa estanca y, durante el cruce del fiordo, se mojó. Decidí no decir nada al guía porque ya vi que era un día complicado, así que pasé la noche como pude, sintiendo mucho frío, mucho frío. Es curioso lo inteligente que es nuestro cuerpo; al estar allí, debía estar en alerta porque no me resfrié. Si esto ocurriera en mi casa, seguramente cogería una pulmonía.
Miércoles 20 de julio de 2011
Al día siguiente, abandonamos la isla, con un sol radiante. Nos dirigimos hacia una lengua glaciar impresionante. Durante todo el trayecto, disfrutamos de icebergs y vistas espectaculares. Llegamos al frente glaciar y montamos el campamento en una playa con panorámicas impresionantes. Mientras me dispongo a tomar fotos del entorno, un zorro ártico curioso se deja ver y fotografiar.
Jueves 21 de julio de 2011
Al día siguiente, realizamos una breve excursión alrededor del campamento, recogemos y preparamos los kayaks. Damos un paseo por el frente glaciar con los kayaks, comenzamos a notar cómo pequeños trozos de hielo nos rodean, y algunos vemos la expresión preocupada del guía, así que decidimos abandonar la zona. Nos dirigimos al campamento con tiendas fijas resistentes al viento, porque al guía le han informado sobre la llegada de vientos muy fuertes, y sería más prudente pasar la noche allí que en nuestras tiendas. Son unas tiendas tipo iglú muy bien instaladas con cocina, literas y lavabo (bueno, una estructura de madera con un agujero). Ese día disfrutamos de un whisky con un cubito de hielo extraído de un iceberg.
Viernes 22 de julio de 2011
Después de pasar una noche con viento, hoy pasaremos el día por la zona. Haremos una breve excursión a un lago con buenas vistas de los glaciares. Todo esta zona es como estar en un nuevo mundo, hasta hace pocos años todo esto estaba cubierto por toneladas de hielo glacial. Volvemos a pasar la noche en estas tiendas.
Sábado 23 de julio de 2011
Después de pasar una noche con vientos fuertes, recogemos y nos dirigimos al siguiente lugar. Travesía hermosa entre icebergs y montañas verdes. Llegamos al sitio, montañas con roca desnuda que parecían la luna. Aquí pasaríamos dos días debido al mal tiempo, especialmente lluvia, muchísima lluvia.
Domingo 24 de julio de 2011
Estar todo el día en la tienda o en el tippie (tienda común) nos volvía un poco locos a todos y nos daba la risa tonta más de una vez. En un momento de esos, salgo y de lejos veo algo blanco, resulta ser un conejo enorme (una liebre ártica), y lo menciono al grupo que no se lo creían hasta que salieron y lo vieron. Fue una experiencia curiosa estar aquí.
Lunes 25 de julio de 2011
Salimos de allí y nos dirigimos al próximo destino. En el camino, nos maravillan las montañas verdes, el agua azul y los icebergs.
Estamos llegando al lugar previsto para acampar, y nos sorprende que en la playa donde teníamos planeado pasar la noche, baja una riada impresionante. Probablemente se deba al colapso de alguna lengua glaciar que, después de días de lluvia y deshielo, se haya desplomado por el peso de la acumulación de agua en alguna pared de hielo. Por lo tanto, el guía nos conduce a otro lugar más seguro, un sitio espectacular con abundante vegetación.
Martes 26 de julio de 2011
Realizo una pequeña excursión en solitario para disfrutar de unas magníficas vistas del campamento y sus alrededores y me vuelvo al campamento. Luego, el grupo decide hacer una excursión y decido quedarme en el campamento a mi aire (a pesar de que disfruto con la compañía de los demás, necesito mis momentos a solas).
Recogemos los kayaks y nos dirigimos al siguiente lugar. El trayecto fue realmente impresionante; el fiordo al que llegamos tenía una lengua glaciar enorme que liberaba numerosos icebergs. Travesía en kayak entre una gran cantidad de icebergs gigantes.
A lo lejos, avistamos una foca encima de un iceberg. Al percatarse de nuestra presencia, nos ve y rápidamente se sumerge en el agua, desapareciendo. En este lugar, los nativos las cazan desde hace cientos de años. Las focas son muy esquivas.
Acampamos y doy un paseo por la zona, observando huellas de animales en la playa.
La puesta de sol (aunque no completa) fue espectacular. En julio, el sol no se pone en el Ártico; la cantidad de luz diaria depende de la latitud.
Miércoles 27 de julio de 2011
El siguiente día sería delicado; atravesar el gran fiordo en medio de tantos icebergs era arriesgado. Los icebergs se voltean caprichosamente y, si te encuentras justo a su lado, puede ser muy peligroso.
Además, al ser el fiordo principal, muchas lanchas lo cruzan, y si te encuentras justo detrás de un iceberg, podría haber riesgo de colisión.
Llegamos al que sería nuestro último campamento, un lugar impresionante con vistas espectaculares y un marcado contraste entre el verde de las montañas y el fiordo lleno de icebergs.
Realizamos una excursión por la zona, un área virgen sin caminos, como si estuviéramos explorando un nuevo mundo.
Aquí pasaremos la última noche en tienda.
Jueves 28 de julio de 2011
Último día de la expedición, cruzamos el fiordo lleno de icebergs disfrutando de los últimos momentos de kayak.
Llegamos a la playa donde hay que guardar los kayaks.
Al llegar, me doy un baño entre icebergs para celebrar el final de la expedición. Introduzco lentamente un pie. ¡Qué agua más fría! No sé si voy a ser capaz de darme un baño. Lo pienso y, al final, me lanzo de cabeza. Dios, ¡qué agua más fría!; no consigo ni dar un par de brazadas, el frío hace que no pueda respirar. Salgo del agua y me vuelvo a tirar para ver si puedo nadar más; esta vez sí que puedo hacer un par de brazadas.
En ese momento me vino a la cabeza la película de Titanic, en esas escenas donde la gente queda paralizada en el agua por el frío. Viendo la película pensaba, ¿por qué no nadan para entrar en calor? Por lo menos es lo que se hace en verano en la playa cuando el agua está un poco fría. Pero claro, al notar el agua de Groenlandia tan fría, ya comprendí cómo esa pobre gente murió congelada.
De hecho, en Groenlandia, una de las principales causas de muerte (o al menos antiguamente lo fue) es que los pescadores se van en su kayak a pescar borrachos y al perder el equilibrio, se caen del kayak y mueren ahogados.
Después del baño toca recoger todo el material de los kayaks, limpiarlos y guardarlos en su sitio.
Nos dirigimos al hostel donde pasaremos la última noche en Groenlandia. Por fin, nos podemos dar una buena ducha de agua caliente y podemos dormir en un colchón, un lujo después de tantos días sin estas comodidades.
Viernes 29 de julio de 2011
Día de descanso en el hostel, hacer maletas y pasar el día por el pueblo.
Sábado 30 de julio de 2011
Al día siguiente nos llevan en lancha hasta un albergue cerca del aeropuerto y a continuación nos transportan en un antiguo barco pescador hasta el aeropuerto.
Tomamos el avión que nos llevará de vuelta a Islandia; durante el vuelo, podremos contemplar el Islandis y sus lenguas glaciares. Unos paisajes espectaculares.
CONCLUSIONES
Este es un viaje que me marcará. A pesar de ser un viaje organizado por una agencia y estar bajo la responsabilidad de dos guías, es toda una aventura. Descubrir paisajes completamente vírgenes y tener la sensación de estar explorando nuevos mundos es una experiencia única. Es un viaje totalmente expuesto a los elementos del Ártico en verano y no es para todo el mundo. Está destinado a aquellos que aman la aventura y no les importa pasar sus vacaciones sin las comodidades occidentales. Puede que haya quienes consideren que este tipo de viajes es para mochileros adolescentes; puede que sí, y hay muchas personas dispuestas a viajar así toda la vida.
En este viaje me di cuenta de que lo que realmente me gusta y llena son los viajes de aventura, de expedición y exploración.
Las comodidades están muy bien, pero para mí lo mejor es ir a descubrir nuevos paisajes donde la naturaleza sea total y lo más salvaje posible. Aunque también hay lugares que quiero conocer donde esto no sea así, iré igualmente.
Así pues, esto sería un punto y seguido de mis viajes de aventura.
